Monday, May 12, 2008

VIAJEROS EN EL TIEMPO

El tema de los viajes en el tiempo es, en realidad, algo muy sencillo de comprender una vez que se hayan clarificado los puntos oscuros o dudosos.

Naturalmente, no me estoy refiriendo a las fórmulas científicas para realizarlo, sino exclusivamente a sus bases fundamentales.

El principal escollo que tiene que sortear el neófito es la creencia de que el viaje en el tiempo solamente se puede realizar hacia el pasado, ya que también se puede viajar sin inconvenientes hacia el futuro.

El viaje en el tiempo se logró en la Tierra en el año 2500, pero por un error de técnica solamente se construyó una máquina hacia el pasado, y ésta es la razón por la que el viajero del tiempo terrestre Kronbus, con quien dialogamos telepáticamente cuando estuvo en este presente, en su ignorancia dice que al futuro no se puede ir.

Como se verá, en otros planetas el viaje en el tiempo tanto se puede hacer hacia el pasado como hacia el futuro, y para sus habitantes es algo tan simple como para nosotros es simple tomar un avión y trasladarnos a otro país. Y de la misma forma que el viaje en avión no es accesible para todos, también el viaje en el tiempo es solamente accesible para aquellos privilegiados que se puedan dar ese lujo.

Como diría mi abuela, parece que en todos lados se cuecen habas.

Otro de los escollos que hay que dejar de lado para comprender la posibilidad del viaje en el tiempo es la creencia de que el pasado no puede modificarse porque si se modificara podría afectar el futuro.

Esto, sin embargo, como también se verá, no es así, pues el pasado puede modificarse. Naturalmente que si se modifica el pasado el futuro también será modificado, pero esto no es ningún impedimento para el viaje en el tiempo y ha sucedido muchas veces en la historia de la humanidad.

Por ejemplo, hoy todos sabemos que Jesús fue crucificado, pero mañana podemos despertar "sabiendo" que Jesús no fue crucificado porque Herodes Antipas se enteró de que el Maestro era su propio nieto y lo salvó de la muerte.

Naturalmente, para que la historia pueda ser modificada tiene que haberse trasladado a la época de Jesús un viajero del tiempo, entrevistado con Herodes Antipas -obviamente sin haberse dado a conocer como tal- y por supuesto convencerlo de que Jesús era su nieto.

Esto, que parece algo alucinante, es perfectamente posible, y quizás haya sucedido en el futuro y entonces todos "sabremos" que Jesús no fue crucificado porque fue salvado por su abuelo.

¿Qué sucede cuando un viajero del tiempo modifica algo del pasado o del futuro? Pues simplemente se forma un universo alterno que finalmente se transforma en el real, y el que era real desaparece automáticamente como si nunca hubiera sucedido.

Este universo alterno que finalmente se transforma en el original, borra automáticamente toda la memoria que tenemos del universo anterior. Es por esta razón que no recordamos el universo original en el que John F. Kennedy no fue asesinado porque le avisaron del complot y tampoco que quien viajó a Dallas fue un doble, que fue el que en realidad asesinaron.

Una de las preguntas claves que se hacen quienes no comprenden la esencia de los viajes en el tiempo es que si un viajero se trasladara al pasado y asesinara a sus padres, él no hubiera nacido. ¡Pero esto es precisamente lo que sucede!

Es decir, se forma un universo alterno que sustituye al real y éste finalmente se transforma en el original, y en ese nuevo universo que se forma, esa persona simplemente no nació. No es muy difícil de entender [1] .

En una hipótesis opuesta, mi existencia hoy aquí podría deberse, por ejemplo, a que en la historia real mis padres fueron asesinados y por lo tanto yo no nací, pero como un viajero del tiempo evitó esos asesinatos, y en el universo alterno que se formó -hoy original- tuvieron un hijo., bueno, aquí estoy.

Tal como ha sido diseñada esta Creación por el Absoluto, estas cosas son posibles y, además, suceden constantemente.

Veamos ahora el viaje hacia el futuro. ¿Qué sucede si yo viajo al futuro y compruebo que dentro de un año atropellé con mi automóvil a un transeúnte distraído?

Lo que ocurre es que cuando regrese a mi tiempo traeré en mi memoria el recuerdo de ese accidente y lo tendré muy presente para, cuando dentro de un año suceda, evitarlo.

Y si logro evitarlo, se formará un universo alterno donde yo no atropellé a ese transeúnte distraído, en cuyo caso el universo original desaparece, quedando como real el universo alterno que yo creé con mi decisión exitosa de evitar el accidente.

Y éste es todo el misterio de los viajes en el tiempo.

Naturalmente que desde el punto de vista del Absoluto todas estas posibilidades ya existen, porque para él todos los sucesos de la Creación son un presente continuo.

Pero, como diría Kipling, ésa es otra historia .


NOSTRADAMUS

¿VIDENTE O VIAJERO DEL TIEMPO?

Nostradamus (1503-1566), médico y astrólogo francés, a pesar de la fama que alcanzó por su eficaz tratamiento contra la peste, es más conocido por sus profecías del futuro.

Sus predicciones aparecieron en 1555 en el libro Centurias astrológicas, escrito con un lenguaje ambiguo en cuartetos rimados, y describen acontecimientos ocurridos desde mediados del siglo XVI hasta el fin del mundo, que según sus profecías tendrá lugar en el 3797 d.C.

Su nombre proviene de la latinización de su apelativo original, Michel de Nostredame.

Nostradamus nació en Saint-Rémy, en el sur de Francia, y recibió una educación católica. Estudió medicina en Montpellier y comenzó a ejercer esta profesión alrededor de 1525. Poco después empezó a tratar a las víctimas de la peste en el sur de Francia.

Nostradamus empleó un innovador método de tratamiento y su éxito en la curación de personas muy enfermas le dio fama de médico excepcional.

Hacia el año 1550 Nostradamus se trasladó a Salon de Provence (Francia), donde comenzó a escribir sus profecías. La publicación de las Centurias hizo crecer aún más su fama, y numerosas personas acudieron a visitarle.

Catalina de Medici, reina de Francia, le pidió que elaborara los horóscopos de su marido, Enrique II, y sus hijos.

En 1560, Carlos IX de Francia nombró a Nostradamus médico de la corte.

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Los datos precedentes son los que más o menos se conocen oficialmente, pero la verdadera historia aún no se ha escrito, porque Nostradamus no era vidente sino un viajero del tiempo [aclaracion].

Muchas personas que han sido catalogadas como videntes no eran más que este tipo de viajeros y sus predicciones del futuro no eran más que observaciones de hechos y circunstancias que para ellos ya habían transcurrido.

Es de sentido común que si Nostradamus hubiera sido en verdad un vidente, con facultades para ver lo que a la humanidad le iría a suceder en el futuro, el libre albedrío del hombre no sería más que un mito.

Así, por ejemplo, Oswald estaría condenado desde un principio a ser acusado por el asesinato de Kennedy y, a su vez, a ser asesinado luego por Jack Rubi, y éste como su victimario, tal como si fuera una obra de teatro donde los personajes siguen inexorablemente las secuencias escritas por el autor y donde la libertad para apartarse del papel que les tocó en suerte no existe o es muy poca.

Con fecha 29/8/98, el Grupo Elron celebró una sesión donde se presentó a dialogar telepáticamente L. Ronald Hubbard a través del médium Jorge R. Olguín, quien respondió a una serie de preguntas que teníamos en carpeta.

Teníamos sumo interés en conocer detalles de los famosos casos de David Lang, el granjero que el 12/9/1880 se esfumó a la vista de toda su familia y varios amigos (es un hecho histórico, registrado profusamente en los diarios de la época), de Orion Willamson, un caso parecido, de Kaspar Hauser, un jovencito que apareció como surgido de la nada un día de 1828 en Nüremberg, Alemania y, obviamente, de Nostradamus.

El caso de Kaspar Hauser era uno de los más intrigantes.

Tal como decían las autoridades de la época, ese joven actuaba como si acabara de caer de algún otro mundo.

El informe que se levantó sobre él dice que renqueaba de modo muy pronunciado, como si tuviera alguna deformidad en las piernas que le impidiera caminar normalmente.

Además, tenía los pies sumamente hinchados, como si hubiera tenido que caminar mucho, aunque nadie lo había visto por ningún lado, y sus ojos trataban de evitar la luz.

El alcalde y otras personalidades interrogaron al muchacho, pero éste no parecía comprender lo que le preguntaban. No obstante, cuando le pusieron una pluma en la mano rió nerviosamente y con letra bien legible escribió: Kaspar Hauser . y eso fue todo.

Cuando los asombrados ediles de la ciudad de Nüremberg aún no sabían qué hacer con el enigmático forastero, éste les presentó dos piezas más del rompecabezas que terminó por desconcertarlos totalmente: dos cartas envueltas en un trapo, que guardaba en su andrajoso chaleco.

Una de las cartas decía ser de su madre, estaba fechada 16 años antes, y rogaba a quien lo encontrara que lo enviara a Nüremberg cuando tuviera diecisiete años para que pudiera alistarse en el Sexto Regimiento de Caballería al cual, según la carta, había pertenecido el padre de éste.

La otra carta, bastante mal escrita, decía ser de quien había encontrado al muchacho y lo había cuidado, pero que no podía continuar manteniéndolo.

Lo extraño de ambas cartas era que estaban escritas en una especie de cuero o pergamino nada familiar para las autoridades de la ciudad.

Por otra parte, y lo que era más extraño aún, ¿cómo sabía su madre, 16 años antes, que el Sexto Regimiento de Caballería estaría acantonado en Nüremberg?

Debido a su penoso estado, todo Nüremberg adoptó a Kaspar, tratándole como a un hijo. Fue colocado bajo el cuidado personal de un tal profesor Daumer y atrajo la atención de toda la sociedad alemana y europea del época.

Von Feuerbach, uno de sus biógrafos, dijo, acerca del enigma del forastero: "Kaspar Hauser mostró una falta tal de palabras y de ideas, una ignorancia tan absoluta de las cosas y fenómenos más corrientes de la naturaleza, tal horror por todas las costumbres, convencionalismos y necesidades de la vida civilizada y, sobre todo, unas peculiaridades tan extraordinarias en su actitud social, mental y física, que uno podría sentirse inclinado a aceptar la alternativa de que era un ciudadano de otro planeta, transferido milagrosamente al nuestro" .

Kaspar, bajo la bondadosa y paciente tutela del doctor Daumer, aprendió rápidamente, primero a hablar y luego a escribir.

Cuando pudo expresarse relató que desde su infancia había crecido en la completa oscuridad de un sótano, qué jamás había conocido otro alimento que no fuera pan negro y agua, y que, en la oscuridad, nunca pudo ver a quien le llevaba ese alimento.

Poquísimas veces había oído hablar, y sólo muy pocas palabras en cada una de esas rarísimas ocasiones. Pero no tenía la menor idea de cómo, ni por qué, ni dónde había transcurrido aquellos años.

El 17 de octubre de 1829, Kaspar Hauser fue encontrado en casa de Daumer con la frente sangrando de una cuchillada propinada por un hombre que llevaba una máscara negra y había aparecido repentinamente y desaparecido de la misma forma.

Como consecuencia de este atentado, las autoridades le pusieron dos agentes de policía para prevenir cualquier otro ataque.

Sin embargo, el 14 de diciembre de 1833, Kaspar cruzó la calle y fue a pasear por el parque, regresando al poco tiempo mortalmente herido. El parque fue registrado minuciosamente pero no se encontró a nadie, ni tampoco el arma.

Los cirujanos dictaminaron que esa herida jamás pudo habérsela producido él mismo. Murió tres días después.

Lo extraño era que el parque estaba cubierto de nieve, pero a pesar de ello no se encontraron más huellas que las del propio Kaspar.

Los hechos que forman parte del enigma de Kaspar Hauser están bien documentados y figuran en los archivos de Nüremberg como uno de los más sorprendentes en su género.