Wednesday, May 13, 2009

LA FIEBRE PORCINA Y GUERRA QUIMICA

Se hace eco hoy de un alerta sobre la elaboración de armas químicas en los laboratorios del Pentágono y los millonarios beneficios para las transnacionales farmacéuticas.
Al abordar la alarma mundial sobre la fiebre porcina, Hay un informe de prensa , sobre la actual epidemia que amenaza al mundo.En el caso de la fiebre y las farmacéuticas se refiere a los laboratorios Gilead Sciences Inc, dirigidos por Donald Rumsfeld, ex secretario de Defensa estadounidense, que tienen los derechos sobre el fármaco "Tamiflu".
Este medicamento se vende como remedio para la gripe y ya hizo una recaudación billonaria con la gripe aviar.
"Un revelador trabajo de investigación del Informativo Pacífica, elaborado por el colectivo periodístico con base en California Pueblos Sin Fronteras, plantea varias interrogantes que los medios hegemónicos de comunicación han obviado, en su afán por generar terror entre la población".
¿Cuál es el origen del nuevo virus que ya ha matado a más de cien personas en México? , pregunta.
"La gripe acaba con los memos de la tortura".
Ese texto señala que la fiebre porcina, fabricada probablemente en laboratorios militares de Estados Unidos, ha acabado con la noticia de los memos sobre la tortura ordenada por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) contra prisioneros en Guantánamo, Abu Ghraib, y cárceles secretas.
La actual histeria provocada por el virus porcino podría dar grandes ganancias a Donald Rumsfeld.
El ex secretario de Defensa es directivo desde hace 20 años del laboratorio Gilead Sciences, Inc., la firma con sede en California que fabrica y tiene los derechos de "Tamiflu", el supuesto remedio contra la influenza que aterroriza al mundo, agrega.
Comunicadores estadounidenses indican que los laboratorios militarizados a lo largo de Estados Unidos perfeccionan armas biológicas con los virus porcinos, aviar, el asiático y otras enfermedades para las que no hay respuesta inmunológica.
Por ejemplo, el periodista Fernando Velázquez recuerda el libro "Matando la esperanza", donde William Bloom recuerda como en 1971 la CIA proveyó a exiliados cubanos de un virus que causó fiebre porcina africana en la isla.
Seis semanas después, un brote de la enfermedad obligó al gobierno cubano a sacrificar a medio millón de cerdos.
Diez años después la población fue atacada por una epidemia de dengue transmitida por mosquitos, la cual se extendió por la isla enfermando a más de 300 mil personas y matando a 158, de los cuales más de un centenar eran niños menores de 15 años.

La guerra química y bacteriológica aunque así no estuviera definida, existe desde tiempos inmemoriales. El envenenamiento de fuentes o pozos de agua, tal vez se sumaría entonces a la guerra de recursos, pero en los prolongados sitios a los fuertes medioevales, se solía arrojar hacia su interior con catapultas, los cadáveres de los soldados para provocar epidemias

Guerra Química y Bacteriológica Un Escenario PosibleLa guerra química y bacteriológica aunque así no estuviera definida, existe desde tiempos inmemoriales. El envenenamiento de fuentes o pozos de agua, tal vez se sumaría entonces a la guerra de recursos, pero en los prolongados sitios a los fuertes medioevales, se solía arrojar hacia su interior con catapultas, los cadáveres de los soldados para provocar epidemias. Sin embargo, será en el teatro de la Primera Guerra Mundial donde, desde un procedimiento científico, se elaboran precisas fórmulas tóxicas para su utilización con armas en la primera línea. En los primeros meses de 1915, la industria química alemana, a la vanguardia mundial en aquella época, propuso al alto mando la utilización de un gas altamente venenoso para atacar a las tropas francesas en un frente restringido. Luego de ser aceptada tal propuesta, se fabricaron 20.000 municiones que se distribuyeron a lo largo del frente de Flandes.El 22 de abril de ese año, luego de esperar condiciones meteorológicas favorables se desencadenó el ataque sobre las tropas aliadas, que ocasionó la muerte de aproximadamente 5.000 soldados y dejando fuera de combate a otros 10.000. A raíz de semejante éxito, estos ataques se repitieron en diferentes frentes de combate, con similares consecuencias. Había nacido la guerra química moderna.El gas utilizado originalmente fue cloro, el que fue sustituido por el sulfuro B.B. bicloro de etilio conocido como iperita o "Gas Mostaza". Las primeras contramedidas contra este nuevo arma fue la utilización de máscaras protectoras que eran efectivas contra el cloro, pero los avances en la investigación de nuevos cócteles químicos hizo que éstas se convirtieran inútiles en un principio. Ambos bandos utilizaron cada vez con más frecuencia sustancias químicas de distintos tipos, aunque el más utilizado fue el mostaza, gas irritante asfixiante y venenoso, contrarrestado por la introducción de máscaras más efectivas que evito las desastrosas pérdidas producidas en un comienzo.Durante la segunda guerra mundial la utilización de armas químicas tuvo un uso esporádico. alemanes y polacos se enfrentaron con gases tóxicos al inicio de la contienda (Varsovia y Jalso), pero la gran cantidad de armas químicas almacenadas por todos los países beligerantes sirvió como factor disuasorio para evitar su uso. Durante las décadas del 60 al 80 aparecen nuevamente gases tóxicos empleados como armas en diferentes conflictos a lo largo del mundo (Vietnam, Afganistán, Etiopía, Yemen del Norte) sin generalizar su uso, pero serían probadas nuevas fórmulas químicas.Su aplicación más fuerte en un conflicto moderno fue en la guerra disputada entre Irak e Irán en la década del 80, cuando los primeros emplearon de estas armas contra las fuerzas iraníes. Las experiencias vividas por el uso de armas químicas durante los distintos conflictos bélicos a lo largo del siglo XX, han generado temor ante la eventual utilización masiva en una guerra, en la cual solamente estarían preparadas para su defensa las fuerzas armadas, para quedar la población civil indefensa ante un ataque de estas características.Ante esta perspectiva la mayoría de los países del mundo adhirieron a un tratado internacional de prohibición de producción, y utilización de armas químicas, proclamando la destrucción de los cuantiosos arsenales químicos almacenados en las grandes potencias.Algunas nocionesSi bien es extremadamente poco frecuente que la naturaleza provoque gases tóxicos, la actividad biológica y bacteriana es omnipresente en cualquier escenario bélico. Sin embargo, el hombre con su ingenio destructor, ha permitido extender en caso de conflicto, la actividad química al campo de batalla y trasladar las epidemias a las ciudades en forma de armas de destrucción masiva. Biológica y bacteriológica: producida por agentes virales, bacterias y toxinas. Alcanzan al hombre por ingesta o contagio. Su consecuencia como arma, si bien puede ser desastrosa, no es de acción inmediata.Química: en forma de gases tóxicos de gran volatilidad y persistencia que pueden ser transportados por una gran cantidad de vectores como proyectiles de artillería, bombas de aviación, misiles etc.. De acción inmediata, los gases afectan al hombre por contacto con la piel y por aspiración.Los agentes biológicos se dividen en seis tipos:1-Virus: pueden no tener consecuencias fatales como el de la gripe, pero otros provocan autenticas calamidades como por ejemplo la fiebre amarilla o la viruela.2-Rickettsiales: ocasionan enfermedades como el tifus skrub, transmitido por piojos, pulgas y garrapatas.3-Bacterias: Constituyen una enorme familia de microorganismos. Entre la diversidad de enfermedades que provocan podemos citar: al ántrax, la tuberculosis, la fiebre tifoidea, la peste bubónica, la disentería, etc.4- Hongos: Pueden atacar a los seres humanos y a su ambiente. El pie de atleta, por ejemplo, puede causar numerosas bajas si no es tratado, pero es de escaso uso o valor militar.5-Protozoos: habitan en el medio ambiente y producen enfermedades como la malaria, la enfermedad del sueño y la disentería amiboidiana6-Toxinas: se presentan bajo diversas formas, los ejemplos más conocidos son el botulismo, el tétanos y el cólera.No todos los ejemplos mencionados tienen finalidad bélica, pero su aparición en el terreno de combate puede ocasionar perjuicios en las operaciones militares, llegando incluso a superar a la bajas producidas por acción del enemigo. Otras sí son de utilidad bélica y deben ser tratadas con las contramedidas adecuadas para asegurar el buen desempeño de las tropas en la prosecución de las actividades.Dentro las armas químicas podemos encontrar una gran variedad de agentes tóxicos que se pueden clasificar por el daño producido:Los gases nerviosos o los agentes órgano/fosfóricos/anticolinestéricos son los productos más letales cuando su absorción se realiza por las vías respiratorias o por el contacto con la piel, provocando la muerte en pocos minutos. Entre ellos se encuentran "los agentes G" (Tabun (GA) Sarin (GB) y Soman (GD) y los "agentes V": VX y sus derivados (VX-55, una mezcla de VX con Soman).Entre los venenosos con elevada toxicidad para la piel y las mucosas, los más desarrollados son la iperita (gas H, y sus derivados) y la lewisita. Existen también otros gases que producen una incapacidad temporaria no letales, como los irritantes y lacrimógenos siendo su utilización muy común por las fuerzas policiales de todo el mundo. Conclusión Los hechos ocurridos luego del 11 de septiembre de 2001 han traído de nuevo el terror a un ataque a la población civil con armas químicas o bacteriológicas. Este tipo de terrorismo mucho más preparado tecnológicamente y decido a la utilización de armas no convencionales, ha producido un estado de alerta general en todo el mundo. Esta amenaza nos hace dar cuenta de lo vulnerable que es una sociedad contra un enemigo invisible que no vacilará, como ya lo ha demostrado en utilizar cuanto medio esté a su alcance para producir el máximo daño no solo a objetivos militares sino también a civiles.La ola de atentados a través del correo postal americano demuestra que la primera potencia del mundo no esta preparada para una guerra no convencional como el terrorismo, y a pesar de su formidable aparato militar y de inteligencia, no ha podido prever este golpe ni determinar quienes son los responsables de los ataques con ántrax.Hasta ahora no se han registrado atentados con armas bacteriológicas con virulencia aumentada. Pero, ¿qué sucedería si por ejemplo se produjese un brote de viruela severo?. Las consecuencias serían imprevisibles, máxime si tenemos en cuenta que a este tipo de terroristas se los ha preparado para no cuidar ni siquiera su propia vida, como lo han demostrado .